Con la llegada de la primavera el mercado se tiñe de rojo
para dar entrada a las fresas. Esta fruta tiene muchas propiedades
nutricionales entre las que destaca su función antioxidante.
Las fresas son diuréticas, reducen el nivel de colesterol,
son antiinflamatorios naturales y reconstituyentes, y combaten el reumatismo.
El zumo de fresas mezclado con agua favorece la ingesta de
la cantidad diaria de líquido recomendada, mejorando el estado de hinchazón de
las personas con retención de líquidos. Es una bebida refrescante, sana y
natural que además ayuda a desintoxicar el organismo.
Pero además, las fresas se pueden utilizar para muchos otros
remedios naturales. Un preparado de té con hojas de fresa es bueno para la
indigestión. En el caso de las quemaduras solares podemos también utilizar las
fresas mezcladas con suero de leche para obtener una crema que ayude a eliminar
los enrojecimientos y escozores provocados por las quemaduras del sol.
Mezclada con flores de manzanilla, se puede preparar una
infusión que es buena para el dolor y las hemorragias menstruales. Ésta debe
tomarse 3 veces al día para que haga efecto.
E incluso para fortalecer las encías y eliminar las manchas
dentales de manera gradual es muy recomendado machacar dos fresas grandes y
extender la pulpa sobre el cepillo para limpiar dientes y encías.
En definitiva, la fresa es una de las frutas más completas
nutricionalmente y que ofrece una gran variedad de opciones de preparación con
las que combatir diferentes afecciones.
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