¿Sabías que desde el siglo XIII la fresa se utiliza para mantener la suavidad y tersura de la piel? Antiguamente se preparaban baños de fresas en los que pasaban largos ratos para cuidar su piel.
Hoy en día esta saludable fruta se utiliza para confeccionar máscaras de belleza de muchas marcas de estética para el tratamiento del cutis.
Estas propiedades de las fresas se deben a las grandes cantidades de vitamina C y E, y betacarotenos de alto poder antioxidante y rejuvenecedor. Las mascarillas de fresas también ayudan a combatir el acne en las pieles jóvenes.
Aquí os dejamos una forma fácil de preparar una mascarilla de fresas.
1. Coge 5 fresas bien maduras, lávalas con abundante agua y aplástalas con un tenedor.
2. Una vez formada la pasta blanda se aplica en el rostro y cuello limpios y se deja actuar durante 20 minutos.
3. Transcurrido ese tiempo se retira con agua fría.
Para notar resultados es conveniente comenzar aplicando la mascarilla entre 2 y 3 veces por semana, luego con 1 vez por semana es suficiente.
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